La imagen Real está por los suelos. Todos de acuerdo. Aunque la cacería no ha sido el detonante. Ha servido para agravar una situación y abrir la veda, pero en un análisis de e-reputación -como este de idInteligencia-  se hace visible un deterioro pronunciado que viene produciéndose durante dos últimas semanas. Por eso, la mecha ha prendido tan rápido.

Los comentarios se han intensificado tanto en volumen como en negatividad

“Si hacemos un análisis de las tonalidades y de los volúmenes de apariciones del Rey en redes sociales, podemos ver una franca degradación de la imagen en las dos últimas semanas. Los comentarios negativos son muy superiores a los positivos, y los neutros no palian el efecto pernicioso de la imagen Real. El problema se sitúa en el aumento de las apariciones y en el porcentaje de negativos respecto de los positivos. Y es que la imagen del Rey Don Juan Carlos se ha visto afectada por la caída de la e-reputación de la Casa Real por los escándalos relacionados con Iñaki Urdangarín, el problema con Jaime de Marichalar y el nieto del Rey.
En la reputación de la Casa Real confluyen varias reputaciones, la del Rey, la de la Reina, la del Príncipe y la de los demás miembros, además de la suya propia intrínseca. Como si de vasos comunicantes se tratara, la merma de una imagen de marca, afecta a las demás; tanto más si ninguna posee margen que soporte las fluctuaciones de las otras”, explica Hugo Zunzarren, director técnico de id Inteligencia, que ha realizado un análisis en los dos últimos meses -hasta el día de hoy-  sobre cerca de 14.000 comentarios.

Qué la imagen de la Casa Real se derrumbe va más allá del debate sobre el papel de la monarquía en el siglo XXI, hace mella en la Marca España al sumarse a la lista de debilidades que nos han convertido en diana favorita de los francotiradores económicos y políticos.

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