Por Pilar Portero/ Fotos: Carmen Monforte
Entro en el Casino de Madrid a la vez que el marqués de Griñón. No nos conocemos todavía pero los dos vamos a lo mismo. Es la presentación de la Guía Repsol y la regalan, así que imagina como está de repleto el evento. Empresarios, bodegueros y periodistas, gastronómicos y económicos claro. Y hasta parados como yo. Esta temporada prenavideña es un hito que alguna empresa tenga un detalle y lo que hace tres años se despreciaba como consecuencia de la abundancia, hoy hay bofetadas para conseguirlo.

Mientras la sosaina de Mar Regueras hace de presentadora en uno de los maravilloso salones del Casino, saludo a compañeros y veo llegar al diseñador Roberto Verino y al equipo de publicidad de El Mundo al completo -lo se porque trabajé en elmundo.es una buena temporada-, entre otros interesados asistentes. Verino es propietario de las Bodegas Gargalo, que elaboran el vino ‘Terra do Gargalo’.

Mirando aquí y allá, mientras la actriz, una de las ex de Toni Cantó que se caracterizan por haber tenido un hijo del actor, duerme al personal me topo con los propietarios -en la foto de la izquierda- de una bodega joven y muy interesante, Bernabeleva D.O de Madrid (‘Viña Bonita’). ¿Se nota mucho que son amigos? Me alegro porque resultan ser de los simpáticos de la fiesta. Así que después de que Antoni Brufau, presidente de Repsol y anfitrión del sarao, diese las gracias nos dedicamos a catar vinos. Ummm! “¡Qué pena que no nos hagamos la foto con una copa de Dominio de Valdepusa en la mano!”, le digo a Carlos Falcó mientras Monforte nos fotografía. Él asiente y busca con la vista el stand en que se sirven los espectaculares vinos que se producen en su finca de Malpica de Tajo.

Pero una conversación sobre Enric González, el enorme columnista que El País ha mandado a Jerusalen por ser políticamente incorrecto, copa mi atención. Lo que parecía un comentario intranscendente se convierte en un tema en profundidad. Bodegueros y periodistas discuten sobre las incomprensibles razones que habrán prevalecido en tan errónea decisión. Unos dicen que ha sido él que ha pedido irse. El típico bulo difundido por quienes se le han quitado de encima. Otros aseguran que Enric pidió rebajar el número de columnas que escribía a la semana, siete en total porque la genialidad cuesta aunque no lo parezca, y su director aprovechó para mandarle a la disputada ciudad sagrada.

“Os dejo, que tengo que ir a la comida de Navidad de la Bolsa”, comenta desganada una de las periodistas que participa en el debate. “Corre, corre, que ahí hacen el mejor regalo”, le anima otro plumilla. “¡Qué va! Eso era antes de la crisis, cuando iban tres o cuatro de cada medio. Ahora no dan ni la agenda” y sale sintiendo abandonar los caldos y la polémica. Yo, al menos, me voy a casa con los tres tomos de la Guía de Repsol, el de mapas, el de rutas con denominación de origen y el de los mejores vinos con sólo responder a una pregunta: “¿De qué medio eres?”, me interroga la azafata. De ‘tu2is.es’. “Qué original!”, suelta ella. Pues gracias.