-El grupo formado en torno a la vicepresidenta la anterior legislatura está en campaña de blanqueo de imagen

-Fátima Bañez, Álvaro Nadal, José Luis Ayllón, José María Lassalle o Alfonso Alonso forman el núcleo duro de los ‘Sorayos’

-Presumen de estar libres de toda mancha y dicen apoyar al presidente porque es independiente

-Colocar a maridos, mujeres y amigos no les parece incompatible con la ética

Miri Barrera, Soraya Sáenz de Santamaría, María Picó y Álvaro Nadal

Si no fuera porque en el Vaticano han estado muy ocupados eligiendo Papa, a alguno ya le habrían beatificado. Como si se lavasen con Ariel cada mañana, tan limpios que hacen daño a la vista, así se presentan los ‘Sorayos’ a todo aquel que les quiera oír. Desde que la sombra de la corrupción y la financiación ilegal envuelve al PP, el grupo que se formó en torno a Soraya Sáenz de Santamaría cuando Rajoy la nombró portavoz en el Congreso, se afana por autopreservarse como si fuera una reserva natural. Para lo que no dudan en proclamar su inocencia y declinar poner la mano en el fuego por nadie que no forme parte del clan. Si preguntas a alguno por Ana Mato, es el presidente el que debe responder, pero si la pregunta versa sobre uno de ellos enseguida pasan el paño para sacar brillo a su honor.

Así, si ‘Gürtel’ y ‘Bárcenas’ termina llevándose por delante a medio PP, incluido el jefe, habrá un reducto impregnado de pureza capaz de tirar de éste país. Justo una estrategia que ha socavado aún más la relación con Cospedal y ha provocado el acto de desagravio que se montó ayer en el Ritz, para blanquear el prestigio de la secretaria general, muy minado gracias a sus propios compañeros de partido y de Gobierno, que la culpan de la mala gestión del caso ‘Bárcenas’.

Fátima Báñez, ministra de Trabajo, Álvaro Nadal, jefe de la Oficina Económica de Moncloa, José María Lassalle, secretario de Estado de Cultura, Alfonso Alonso, portavoz del grupo parlamentario, José Luis Ayllón, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y María González Picó, jefa de gabinete de Soraya, son miembros fundadores del grupo. A los que hay que sumar a Charo Pablos,  secretaria general de Presidencia y Miri Barrera, directora adjunta del gabinete de la vicepresidenta, como socias de honor. Las dos ocupaban, antes de ganar el PP las elecciones, puestos de asesoras del grupo popular en el Congreso y elaboraban los informes y las estrategias que tanto valoran Santamaría y Rajoy. A Charo Pablos, Soraya se la logró colocar a Moragas -que no tiene la suerte de pertenecer a la panda-, justo por debajo, para controlar el cotarro en Moncloa.

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