Por Pilar Portero
El nuevo portavoz del PP en el Congreso y diputado por Almería, Rafael Hernando, se apaña bien con los fogones. Al menos es lo que nos cuenta. Uno de los platos que más ricos le salen es un revuelto contundente y muy español al que no le falta nada. Una comida o cena de lo más completa y que evidencia que si quisiera podría dar casi tantos titulares como cocinero de una tarbena castiza que como portavoz que disfruta generando polémica.
“No se si mi manera de preparlo es muy ortodoxa pero lo que puedo asegurar es que el resultado es bueno. Yo, al menos, disfruto tomándolo” nos explica mientras visualiza mentalmente los pasos a seguir.
Receta de revuelto de chorizo, morcilla y patatas:
Ingredientes:
-2 patatas medianas
-Media morcilla
-Medio chorizo para freir
-6 huevos de granja
“Una vez peladas, lavadas y secadas, se cortan las patatas en láminas finas como para tortilla de patata y se ponen a freir en abundante aceite caliente, vigilando que no se doren en exceso.
Por otro lado se van friendo el chorizo en taquitos y la morcilla en rodajas.
Cuando ya hemos cocinado lo anterior, se baten los huevos enérgicamente y se rectifica de sal. En una sarten limpia y con una pizca de aceite se echan los huevos batidos y se añaden las patatas, el chorizo y la morcilla. Se revuelve con cuidado y en cuanto el huevo vaya cuajando se apaga la sartén para que no resulte seco y ya está listo”.
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Por Pilar Portero
Una marquesina de autobus convertida en el salón de un hogar a la intemperie. Uno podría pensar que se trata de una performance sobre lo que sienten los desahuciados cuando un banco como Ibercaja te pone en la calle sin contemplaciones por no poder cumplir con los plazos de la hipoteca. Pero no. Resulta que Ibercaja, agazapada bajo su obra social, ha decidido hacer el agosto en Navidad. Aprovechándose de la pobreza energética que sufren cerca de siete millones de españoles pretende lavar su imagen publicamente.
Con enormes dosis de cinismo no duda en pedir dinero a los españoles después de tocarles la fibra sensible y usar el nombre de Cáritas para dar patina social al asunto. Dona tu calor es la campaña sin complejos que acaba de poner en marcha en una web creada para la ocasión.
A pesar de que el banco contribuirá con un modesto donativo de 20.000 euros a la causa, lo que equivale a solo un día de calefacción en 9.700 hogares -una cifra testimonial teniendo en cuenta los 323 millones de beneficio neto que ha ingresado en los seis primeros meses del año- y de que seguramente habrá costado más cara la campaña publicitaria, no se sonrojan al pedirte a ti la pasta para sanear su nombre.
Algo que evidentemente necesitan. Pues basta una busqueda en google tipo ibercaja+desahucios para encontrar casos como el de la PAH encerrada cuatro horas en una oficina de Ibercaja para evitar un desahucio, o ‘La policia desaloja por sorpresa a los vecinos de la corrala La Utopia en Sevilla’ a petición del banco que ahora va de bueno, o cuando a unos padres con un niño de tres años que padecía leucemia la caritativa Ibercaja les dijo que el banco no era una ONG al mandarles la ejecución hipotecaria, tal y como contó Pedro Simón en La Sexta. En las redes sociales insultante es el calificativo más utilizado para referirse a #donatucalor en los dos últimos días y en youtube se han desactivado los comentarios.
Debería estar prohibido jugar con el padecimientos de la gente, pero ya se sabe que para los bancos nada es imposible.
133 ComentariosPor Tudosis
Por Ana Rodríguez (Associate Professor Director, Division of Parasitology. New York University School of Medicine. Department of Microbiology)
Alumnos con modelos de virus hechos por ellos mismos (los corazones morados del virus son una licencia artística de la autora)
La verdad que iba un poco aterrorizada subiendo en el metro desde el sur de Manhattan hacia la calle 168. Todos los miembros de mi laboratorio de investigación nos habíamos apuntado como voluntarios para dar clases en un colegio publico del Bronx con un porcentaje de abandono escolar galopante. Nos habían asignado un grupo de séptimo (niños de doce años) pero me empezaban a entrar las dudas de si esto iba a ser como en las películas donde, a pesar de los difíciles comienzos, los niños acaban siendo encantadores y al final todos son felices y comen perdices.
Para empezar, ya nos daba miedo ir andando de la estación de metro al colegio, pero resultó que era un paseo por una calle típica de barrio, llena de peluquerías horteras y pastelerías pringosas. Nada siniestro por el momento. El colegio, aunque con guardia de seguridad en la puerta, también parecía normal. Los niños en los pasillos estaban bastante revolucionados, carreras, gritos y tropezones. Vamos, lo normal.
Cuando llego el momento de la verdad y empecé a hablar frente a una clase llena de niños-casi-adolescentes que se levantaban a cada momento, se empujaban y hablaban entre ellos, tuve la confirmación de que esto no iba a ser divertido y ya me estaba arrepintiendo de estar ahí. Pero… ¡Ah, el poder de la imagen! mi tercera diapositiva era un video de microbios de distintos tipos y
colores, nadando, agitándose y comiéndose unos a otros. A mí, que me dedico a la microbiología, me pareció impresionante cuando lo vi en internet, y creo que los niños estuvieron de acuerdo conmigo porque todos se callaron y hasta vi algunas bocas abrirse de asombro.
Desde ese momento todo ha sido un paseo, ¡como en las películas!. Da gusto ver a los niños prestar atención y hacer preguntas. A veces son preguntas muy inteligentes “pero entonces, ¿un virus es un ser vivo o no?” y otras no tanto “¿qué enfermedad causa el virus de la gripe?”, pero se agradece el interés que le ponen. Cada día al principio de la clase uno o dos niños están huraños y adormilados, poco a poco empiezan a levantar la mano para contestar preguntas y una sonrisa sorprendida aparece en sus caras al recibir un ticket de premio por acertar con la respuesta. Al final de la clase hacemos un sorteo con los tickets y al ganador le hacemos una foto vestido de científico. Las caras resplandecientes de los ganadores posando con la bata blanca para la foto son geniales. Lo mas difícil es acordarse de los nombres de los niños porque solamente uno tiene un nombre normal, Edward. Los demás se llaman Josmar, Shaneen, Princess, Abduluh, …
Las instrucciones de la ONG que organiza esto fueron muy claras: que sea lo mas divertido posible porque la mayor causa del abandono escolar es el aburrimiento. Y en ello estamos. Un día nos llevamos cajas con mosquitos para hacer experimentos a ver si les atraía mas el dedo de un niño o un trozo de queso maloliente. Otro día nos llevamos placas para crecer bacterias de su saliva, de sus manos o del váter del colegio. O les damos instrucciones sobre como saludar a un alien sin contagiarse de posibles virus siderales.
Esta siendo tan divertido que se ha convertido en mi hobby favorito. Las reuniones del equipo para planear las clases son un poco delirantes, a ver a quien se le ocurre una idea mas loca y mas divertida. Lo fantástico es que nos dejan libertad de acción total, no tenemos que preocuparnos por exámenes o contenidos porque son clases obligatorias pero suplementarias.
Creo que esta ONG esta desarrollando una idea genial. Hay todo tipo de voluntarios dando clases de finanzas (“como ser tu propio jefe”), de teatro, de cultura italiana, de cocina, de derecho, de opera… Hay hasta un grupo de empleados de Google dando clases de informática. En nuestra clase seis científicos de la Universidad de Nueva York y un grupo de veinte niños del Bronx se lo están pasando de cine los jueves por la tarde. Parece una buena idea para copiar (http://www.citizenschools.org/).
117 ComentariosPor Pilar Portero
Nada provoca más miedo que un político corrupto. Porque con lo que han robado uno tras otro, tu no tendrías que llevar la penosa vida que te han impuesto a base de recortes y reformas laborales.
Quienes pensaban que el ébola sería el rey del mambo esta festividad de todos los santos, se equivocaban. Lo que de verdad va a triunfar es el disfraz de corrupto, ya sea a lo Blesa, a lo Pujol o a lo Granados, aunque la lista para elegir es tan larga que uno ya no sabe en quién inspirarse.
Lo primero que tienes que hacer es buscar un modelo al que parecerte y luego aplicarte en buscar un atuendo básico del perfecto corrupto. Por lo general, y dado que son de cuello ancho, les encantan las camisas de cuello italiano, más abierto de lo normal. Ya sea por las comilonas, que acaban engordando la papada, o por la flacidez propia de la edad. Aunque en realidad, la mayoría están convencidos de que el cuello italiano es de lo más elegante y les procura un aire distinguido. El nudo de la corbata les gusta poderoso, tal y como ellos se sienten, así que echan mano del clásico windsor que para eso va que ni pintado. Los trajes, mejor gris marengo o raya diplomática, que viste mucho en las altas esferas en las que se mueven. Las camisas blancas o azul oxford, que tampoco es conveniente meter más la pata probando nuevas combinaciones. A ellos les basta con aprenderse la de la caja fuerte en Suiza o las de las cuentas en las islas Caimán.
Los complementos son muy importantes para aderezar el disfraz básico. Tarjetas black, pañuelo asomando por el bolsillo del traje y pelo engominado a lo vampiro, si vas de Blesa. Un reloj enorme en la muñeca y alguna pulserita, espuma efecto mojado, más una corbata en colores agresivos, si te decantas por Granados. En el caso de Pujol, una saca de la que asomen milloncejos y un talonario de un banco andorrano pondrán la guinda. No te olvides de ir echando la bronca a diestro y siniestro. Menudo eres tu, a ver quién es el guapo que duda de tu honrabilidad. Faltaría más.
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Por Tudosis
Por Joaquín Rodríguez (piloto de Iberia y principal compositor y letrista de Los Nikis)
“El otro día fui a Ghana. No fue por turismo, aunque me hubiera gustado porque creo que es un país estupendo, sino porque trabajo de piloto en una línea aérea. Entre Ghana y los países con ébola solo está Costa de Marfil haciendo de parapeto. Bueno, algo es algo.
En Ghana están siendo muy precavidos por la cuenta que les trae. Yo sólo estuve en el aeropuerto y en el hotel, pero vi que se lo tomaban en serio. Había dispensadores de líquido para esterilizar las manos por todas partes, carteles sobre el ébola con las medidas necesarias para evitar contagios y al pasar inmigración nos hicieron un termografía. ¿Qué es una termografía? Buena pregunta. En todas las tripulaciones hay siempre al menos un enterao. En nuestra tripulación había dos, mira tù qué suerte, y los dos confirmaron que esa pantalla donde salía nuestra imagen en movimiento, pero con colores pop, era una termografía. Me lo creo, no pienso comprobarlo en la Wikipedia.
Los colores delatan si alguien tiene fiebre. Las cabezas salían de color amarillo. Supongo que si salieran naranjas significaría que esa persona tiene más de 37 de fiebre.
Iba a llegar mi turno de enfrentarme a la videotermomáquina, o como se llame. Delante mío había una azafata y el siguiente era yo. Incluso tuve la desfachatez de hacer una foto con el movil en la que se puede ver en primer plano a la azafata y detrás al graciosillo apretando el disparador. Hasta ahí bien. De repente, un tsunami de pensamientos agoreros inundó mi cerebro: ¿Qué pasa si mi cabeza sale naranja en la pantalla, ahora que llega mi turno? ¿Me separarán de mi tripulación para llevarme a un hospital aislado en las afueras de Accra? Si falta un piloto ¡El avión no sale mañana! ¡Que alguien vaya llamando al cónsul! ¡Dios mío, voy a salir en todos los periódicos! Seguro que buscan en Facebook y ponen una foto mía haciendo el ridículo.
No sé si fue la imagen del hospital africano o la portada de El Mundo con mi foto vestido de fallera (¿Quién me mandaría colgar esa foto?) lo que hizo que varios litros de sangre subieran de golpe a mi cabeza. Dicen que en situaciones así, la gente se suele quedar helada. Yo no. Yo soy mas de sofocón. En este caso, de sofocón instantáneo, como cuando me ponía colorado en la adolescencia. Ahora sí que tengo claro que voy a reventar la termografía. Mi cabeza no va a salir amarilla ni naranja. Va a salir de un color rojo chillón tirando a morado variando en la tonalidad al ritmo de los latidos, que los noto ya en toda la cabeza. Juraría que mi cráneo se hincha y deshincha siguiendo el ritmo cardiaco, que en un instante ha pasado del “Love me tender” de Elvis al “Blitzkrieg Bop” de Los Ramones.
Una hora mas tarde estábamos cenando un exquisito buffet asiático en el restaurante del hotel. Yo estaba cabizbajo y extenuado por culpa de los dos segundos más terroríficos de mi vida. El bajón posterior al subidón de adrenalina me había anulado física y psíquicamente. A pesar de todo, tuve la lucidez de conectar mi movil al wifi del hotel y, discretamente, borrar la foto de fallera del muro de mi Facebook”.
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Por Ana Cañil
La Rectoral de Puente Pumar está en Polaciones, poco más arriba de la presa La Cohilla (Cantabria), la primera parte de la obra faraónica que fueron los Saltos del Nansa, realizada con la mano de obra barata que eran los presos de la derrotada República. En el último piso de La Rectoral -convertida en casa de actividades de la comarca de Polaciones con el apoyo de la Fundación Botín- el 9 de agosto asentaron sus hermosas posaderas “Las Siete Marías”, un tapiz pictórico que te deja muda durante minutos u horas, obra de la artista nómada,ladrona de andamios y pronto náufraga, Andrea Milde (Ennepetal, Alemania, 1963). Su abuela llego a la cuenca del Ruhr con sus seis hijos -una de ellas Herta, la madre de Andrea de 6 años- tras montar en un vagón de tren, cargado de soldados alemanes heridos y de refugiados, mujeres y niños que huían del avance del ejercito ruso al final de la II Guerra Mundial.
“Mi infancia transcurrió bajo el relato de las historias de mi madre y mi abuela de aquel viaje, el viaje de toda una vida, con principio pero sin conocer el destino final. A mi abuela le dieron dos horas para recoger todo, incluidos sus seis hijos, dejar su vida y su pasado y montarse en aquel vagón. No había hombres, solo heridos. No sé donde estarían, quizá en el frente. Eran cuatro niños y dos niñas a los que empaquetar y ya ves, misterios de la vida, a mi abuela le dio tiempo a incluir en ese lote apresurado un juego de té de porcelana, transparente, con forma de tulipán y las rayas verde, rojo, azul y el filete dorado. ¿No es asombroso? ¿Qué significaría para mi abuela ese juego, que además llegó entero al final del viaje?”
Bajo el jardín de la porticada de La Rectoral de Puente Pumar, los ojos azules de Milde transmiten esa interrogación, ese misterio que arrastra desde su infancia y que ya nunca podrá desvelar, “porque mi abuela se volvió loca. Justo cuando su brutal vida comenzaba a estabilizarse allí, en el Ruhr y tras la muerte de uno de sus dos hijos. Nunca pude ver las famosas tazas de té de tulipán porque una cuñada colombiana de mi madre, al desmontar la casa de la abuela loca, decidió que eran unas cosas viejas sin gran valor y las tiró. Estoy segura que lo hizo sin ninguna mala intención. Las Marías del tapiz son las mujeres de este país donde ahora vivo, España, y las mujeres polacas huidas a Alemania, todas las que eran como mi abuela y mi madre”.
“Las Siete Marías” observan el relato de su autora con tanta atención como el que hace la narradora central. Andrea Milde las mira de nuevo. “Me parecía que llamarlas Las Marias era significativo. Cuando llegué aquí, como alemana y viajera del mundo, me sorprendió que todas las mujeres tuvieran que ser bautizadas con María delante de su nombre. Como origen y recuerdo de la imagen de la Virgen, para mí era muestra de lo que significaba la intromisión de la religión católica en la vida de las mujeres, María, sufrida, virginal, sumisa, todas María del Carmen, María Isabel, María Teresa…Era representativo de lo que debía de haber sido la vida de la mujer española en esos años de dictadura, todas son marías, todas metidas en el mismo molde, de todas se exige y se espera lo mismo”.
Por Pilar Portero
El ‘impuesto revolucionario’ que pretenden cobrar los editores de prensa a los servicios de agregación de contenidos por mostrar sus informaciones, acarrearía unas perdidas “de 1.133 millones de euros anuales para los internautas españoles, al incrementarse su tiempo de búsqueda para acceder a la información deseada”, según apunta el estudio de Analistas Financieros Internacionales (Afi) para la Coalición Pro Internet, que se acaba de publicar.
“Lo que queremos con esta cifra es que la gente se de cuenta de lo que vale su tiempo. Le hemos dado rigor al sentido común. Muchos agregadores se irían de España y se perderían los empleos que han creado. También frenaría a los inversores, porque hoy han sido los agregadores pero mañana podrían ser las redes sociales. La inseguridad jurídica que introduce frenaría a los inversores internacionales. De hecho, el 63% ha manifestado el efecto disuasorio”, explica Alvaro Martín, responsable del informe. También habría que valorar el coste que para el propio sector editorial supondría perder visitantes e ingresos publicitarios, al dejar de aparecer las noticias en los agregadores.
Cifrar las pérdidas, quizá podría servir para que en su momento los afectados por la medida que el Gobierno está dispuesto a incluir en la LPI , exijan a su vez una compensación por el perjucio causado.
Los cálculos del equipo de Afi se basan en el tiempo de más que los usuarios tendrían que perder en buscar la información sin agregador mediante. Un tiempo que restarían a actividades más productivas. “Es precisamente este ‘coste de oportunidad’ el que se valora en términos monetararios a partir del ingreso medio por hora de los internautas. Un incremento de tan solo un segundo de tiempo que debe dedicar un usuario medio para encontrar cada noticia supondría una merma de su bienestar individual valorada
en 65,7 euros al año”.
Por Pilar Portero
El nuevo Rey y su mujer están dispuestos a dar ejemplo, empezando por intensificar el amor que se profesan. Para unos, las afectuosas imágenes de las últimas semanas, desde que se conoció la abdicación de Juan Carlos I, muestran a una pareja tan enamorada que no puede reprimir los gestos de complicidad y cariño en público. Otros consideran que se trata de una exhibición exagerada de miraditas y arrumacos para disfrazar una relación en la que no hay ni gota de chispa.
Mídete con la pareja real y comprueba si tu amor es tan sincero como el suyo
1. Miras arrobada/o a tu pareja cada vez que habla y no puedes evitar quedarte con la boca abierta …
a) Es que tiene unas ocurrencias tan bobas que no doy crédito y me quedo en estado de shock.
b) Todo lo que sale por su boca es tan interesante que me epata y se me cae la baba.
c) No nos tragamos pero no vamos a ser menos que los Borbón Ortíz, así que fingimos como profesionales.
2. Se refleja en vuestras miradas que estáis deseando…
a) Salir corriendo y no parar hasta perdernos de vista
b) Hacer todo tipo de guarradas en vez de estar aguantando besamanos y demás detalles protocolarios.
c) Que los demás piensen que el fuego nos abrasa, aunque hace siglos que cada uno hacemos nuestra vida.
3. Os cogéis de la mano con intensidad de grado 3 y hasta marcáis el paso al unísono…
a) Nuestras horas de ensayo nos cuesta calcar la coreografía, solo nos falta desprendernos del aire castrense y relajarnos
b) Estamos tan unidos y compenetrados que no hay forma humana de separnos ¡A ver si le van a raptar!
c) La de botes de Supergen que gastamos no hay presupuesto real que lo soporte. Todo sea por la patria y el trabajo indefinido.
4. Los padres de él son un referente del que aprender….
a) Que si no fuera porque es del dominio público que no se digieren, nos tragaríamos que se miran con amor.
b) Donde hubo fuego quedan cenizas. Seguro que se dan una segunda oportunidad.
c) Pasarse siete pueblos, acaba pasando factura por mucho que seas Rey.
Soluciones:
Mayoría de As. Enhorabuena. No cabe duda. Os amaís tanto como Felipe y Letizia.
Mayoría de Bes. Lo vuestro no tiene remedio. No es que estéis enamorados, es las neuronas brillan por su ausencia.
Mayoría de Ces. Padecéis un transtorno de personalidad. No soís Felipe y Letizia, sino Pepe y Maruja.
25 ComentariosPor Tudosis
Por Carlota E. Ramirez
Así, como lo oís. Muchos me habéis oído quejarme de Birmingham. Me habéis oído quejarme de que tenemos 1 mes al año de sol, de que no hay terracitas para tomar unas cañas y unas tapas, de lo duro que ha sido a veces no tener cerca a mi familia y mi gente (y a mis dos bestias, claro) o de que no hay cultura de parque ¡Con lo que he echado yo de menos un césped, unas litros, y la buena compañía de los de siempre!.
Pero que pereza me da España.
Llegué aquí hace nueve meses y desde entonces me ha dado tiempo a aprender mucho y a valorar cosas que nunca había pensado que valoraría (no os imagináis como se puede echar de menos una lata de aceitunas jajaja). También he conocido mucha gente, todo tipo de gente, y he escuchado muuuchas opiniones. He debatido en clase sobre la Unión Europea con chavales ingleses, italianos o alemanes, cada uno con su forma de ver las cosas. Y no sabéis cuantas veces me he parecido una imbécil por no haber entendido o pensado algunas cosas antes. Y cuantas veces me ha sorprendido lo que he podido llegar a entender (aunque a veces no compartir) otras opiniones.
Desde hace nueve meses he estado hablando con muchos de mis amigos desde la distancia, que qué tal están las cosas, que si se ha liado mucho en tal mani, que cómo les iba la carrera, que si nosequién se había ido a buscar curro fuera…
Desde hace siete meses no ponemos los telediarios españoles porque nos dimos cuenta de que nos angustiábamos. Y leer el periódico cada día me ha hecho ponerme muchas veces de una mala hostia…
Desde hace seis meses me he planteado más de mil veces mi futuro cercano y todas las veces ha sido fuera de España no sé si consciente o inconscientemente.
Y bueno, en todo este tiempo me he dado cuenta de que, como mucha de la gente que tengo alrededor, he estado estancada. Después de ver todo lo que he visto aquí, y de mi experiencia personal, me he dado cuenta de que vengo de un país donde estamos caminando perdidos.
No voy a hablar de cómo la están jodiendo los de arriba, de la corrupción, de lo que nos roban y nos vacilan como quieren algunos de los políticos y los no políticos; que muchas veces nos empeñamos en echarles toda la culpa a los políticos, y no son, ni muchos menos, los grandes culpables de lo que pasa. Otro tema es que muchos sean inútiles y la mitad de España también, por votarles. Pero de todo eso ya hablo mucho aquí, en la conversación estándar entre español y no español:
- ¿De dónde eres?
- De España
- Ah ¿sí? Las cosas van muy mal por allí ¿no?
Etc… Os imagináis todo el resto
A principio de curso un chaval inglés de clase que estudia español (sí, porque aquí, hagas la carrera que hagas, si escoges un idioma como asignatura te cuenta como los créditos de una asignatura normal) me dijo que había leído que se podía hacer una línea de jóvenes españoles sin empleo (con las manos estiradas) de Madrid hasta Moscú. Y estaba escandalizado.
En realidad yo todo eso lo he notado día a día en la vida cotidiana. A los no españoles les sorprende que me sorprenda que aquí, mandando seis o siete CVs por internet, te pueden llegar a llamar de 3 sitios para currar. Les sorprende que me sorprenda que puedas elegir tus días libres en el curro y las horas que quieres currar.
También está lo de la universidad, y sus profesores… Tío, os juro que nunca más que este año he estado segura de que adoro lo que estudio y que es a lo que me quiero dedicar siempre, y de que sirve para algo.
Me he dado cuenta de que antes no podía concebir una universidad donde una gran de parte los estudiantes estén independizados, muchísimos de ellos curren con las horas adaptadas perfectamente para tener tiempo de estudiar (se tiene muchísimo en cuenta a los estudiantes). O que no te puedan pagar menos de casi 8 euros la hora. No nos dejan.
Amigos, el sistema nos hunde. Y lo peor que podemos hacer es dejar que lo haga. Me niego.
Me niego a seguir pensando que con treinta años voy a tener que seguir viviendo en casa de mis padres, que no voy a encontrar trabajo de lo que me gusta o que trabajaré en algo a lo que no encuentre sentido. Que la mayoría no vamos a tener recursos para formar una familia si algún día queremos, que mucha de la gente que tengo alrededor emigra y que a lo mejor algún día yo tengo que hacerlo, me niego a vivir con miedo de que me detengan o detengan a algún colega por cualquier gilipollez que se les ocurra, o aleatoriamente, como se hace muchas veces. Y me niego a aceptarlo y a dejar que me hunda, porque me convierte en cómplice.
Así que bueno, me da pereza volver a España, pero por lo que están haciendo con ella. Porque por lo de las tapas, la cerveza y el tiempo me volvía volando.
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Por Tudosis
Por José Luis Moro @joseluismoro (*)
Estamos hartos de ver a los políticos anunciándose a si mismos. Lo que no es tan habitual es verles en los anuncios de productos distintos a ellos. Esto, seguramente se debe a que es difícil pensar que un político tenga capacidad para ayudarnos a convencer a alguien de que compre algo. Y sin embargo, a veces lo hacen.
Empecemos por aquellos casos en los que el político en cuestión es el enemigo a batir. Anunciantes como Amnistía Internacional sacan muchísimo partido de los padres de la patria en su publicidad, como en esta campaña gráfica obra de Contrapunto, Madrid, en la que lo dicen todo con un retrato del interfecto y el logotipo de la organización.
Aquí, claro está, el político no solo no cobra por aparecer en los anuncios, sino que ni siquiera se le pide permiso. Como tampoco se lo piden aquellos que los utilizan como metáfora para explicar las bondades de determinadas marcas o productos. Los creativos nos aprovechamos de la vulnerabilidad pública de unos personajes que no suelen atreverse a denunciar este uso de su imagen by the face por miedo a que se les critique luego en las redes sociales por su falta de sentido del humor. Así, la agencia londinense Abbot Mead Vickers se sirvió de Ronald Reagan en los años 80 para vender planes de pensiones y Latinworks, una agencia de Austin, Texas, especializada en el mercado latino en Estados Unidos, utiliza a Hugo Chavez, entre otros, para promocionar un Festival de cine.
Pero la categoría más interesante de todas es la que incluye al político como celebrity pagada por la marca para anunciar su producto. Son casos raros pero existen. Aquí una vez más, tenemos que aprender mucho de los anglosajones y esa capacidad suya de desdramatizarse a si mismos. Hay dos ejemplos absolutamente maravillosos. El primero es un spot británico para la revista The Economist, ideado en los 90 por David Abbot, recientemente fallecido héroe de la publicidad británica, con Heny Kissinger como protagonista. El segundo es un anuncio para Visa, en el que el famoso es Bob Dole, aquel ex candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos. Dole intentó en tres ocasiones representar a su partido, pero siempre acababa perdiendo las primarias. En esta deliciosa película para Visa, le vemos volver, tras su última derrota, a su pueblo natal, donde todos le conocen por su nombre y le quieren y respetan, hasta que intenta pagar su almuerzo con un cheque y le tratan como a cualquier forastero, pidiéndole que se identifique con algún carnet, porque no se acaban de fiar de él. El antiguo senador por Kansas demostró un sentido del humor excepcional prestándose a hacer este guión. El final de la histora es apoteósico, con Bob preocupado diciendo a cámara: “I… I just can´t win”, algo así como “Es que no hay manera de que gane”. Sublime.
Desgraciadamente, este género de publicidad con políticos escasea. Es una pena, porque todos disfrutaríamos mucho viendo a Bárcenas protagonizando un anuncio de Correos o a Ana Botella hablándonos de las virtudes del café con leche.
Para acabar, les dejo una pequeña reliquia. Una de las primeras piezas publicitarias que hizo quien escribe estas líneas, allá por el año 95, en la agencia Contrapunto, para anunciar el debate electoral de los guiñoles de Canal+. Ha sido un placer.